La pandemia obliga a gestionar el riesgo de desastres con un enfoque sanitario; ¿qué debemos hacer en caso de sismo?

Por: Karen Rendón Osorio

En un contexto de pandemia por covid-19, surge la necesidad de gestionar el riesgo de desastres con enfoque sanitario. Por ello, la Secretaría de Gestión Integral del Riesgo de Desastres y Protección Civil de la Ciudad de México expidió el Protocolo de actuación en caso de sismo ante la emergencia sanitaria.

Este protocolo pretende incluir el enfoque sanitario en las medidas de atención de la emergencia sísmica, al tiempo que brinda algunas directrices generales para prepararnos ante la probabilidad latente de encontrarnos en un escenario de multirriesgo en el que se conjugaría un sismo con el riesgo de contagio de covid-19.

Ese protocolo tiene como objetivo adaptar el Plan de Emergencia Sísmica de la Ciudad de México a las medidas sanitarias que demanda la pandemia, realizar recomendaciones sobre seguridad dirigidas a los actores técnicos y de apoyo a la emergencia sísmica, y generar instrumentos de coordinación que permitan establecer acciones conjuntas de atención en un escenario de sismo combinado con el covid-19.

En ese documento se pueden identificar algunos criterios claves que orientan todas las recomendaciones de actuación, como la necesidad de regular la participación voluntaria y espontánea para la atención a afectados en escenarios de sismo, la propensión de los hospitales covid-19 a sufrir daños por aquel evento, el empleo de personal técnico y asistencial menor de 60 años y sin comorbilidades que aumenten el riesgo de agravarse tras un eventual contagio, y, una forma de operar los refugios temporales que permita la separación de población en tres grupos: sospechosos de covid-19, población vulnerable a tal enfermedad y quienes no pertenezcan a alguno de esos dos grupos.

Aunque no todas las medidas contempladas en el protocolo son de carácter reactivas, lo cierto es que para que aquellas de carácter preventivo cumplan su cometido (preparar a la población para disminuir la probabilidad de contagio en caso de presentarse un sismo), es necesario un proceso de difusión y de reeducación de la sociedad civil, respecto a las medidas que deben tomar en el contexto sísmico dada la actual emergencia sanitaria.

Sin embargo, lo cierto es que tanto los medios de comunicación como el gobierno de la ciudad concentran sus esfuerzos actuales en atender e informar acerca de la emergencia sanitaria y poca o ninguna difusión se ha hecho con la finalidad de preparar, a una población altamente expuesta a la amenaza de sismo, para que tomen las medidas adecuadas de cara a un escenario de multirriesgo que conjugue a aquel con la pandemia.

¿Qué debemos hacer en un escenario de multirriesgo como el descrito? Algunas de las medidas preventivas que se señala el protocolo de actuación en caso de sismo, ante la emergencia sanitaria causada por COVID-19, son: agregarle a la mochila de emergencia productos sanitizantes, así como tener a la mano cubrebocas, caretas y gel antibacterial al momento de evacuar.

Adicionalmente, la evacuación y tiempo de espera fuera de los inmuebles debe contemplar la sana distancia (sobre todo por parte de quienes se encontraban aislados con ocasión al covid-19), en ese momento es de suma importancia no abrazarse y no hablar innecesariamente para disminuir el riesgo de contagio.

También resulta relevante, en el caso de los desaparecidos o fallecidos, manifestarle al personal de rescate si estos eran sospechosos de covid-19 o tenían tal enfermedad para brindar un trato diferencial que corte la cadena de contagios.

Por otra parte, es importante estar atentos a lo que se diga, por parte de las autoridades, en los altavoces de la alarma sísmica, pues de acuerdo con el protocolo, éstos deberán usarse para transmitir mensajes dirigidos a la prevención de contagios durante la atención de la emergencia sísmica.

Quienes deseen apoyar como voluntarios en la atención de esa emergencia, deberán -en todo caso- consultar las directrices que al respecto dispongan las autoridades al encontrarnos en un contexto donde quedarse en casa, puede salvar vidas.

La sociedad civil es un sujeto activo en la construcción del riesgo, por tanto, es necesaria su participación en cada una de las etapas de la gestión integral de este. Para eso es de crucial importancia el acceso a la información pertinente por parte de aquella. Prepararnos para un escenario multirriesgo, que combine al covid-19 con la emergencia sísmica, es una responsabilidad compartida entre el gobierno y todos lo sectores de la sociedad civil.

Fuente: https://habitarmx.com/

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