La participación de las mujeres en el sector de la construcción ha tenido un gran impacto en México y muchos países, debido a que siempre se pensó que era una actividad de hombres, sin embargo la falta de empleo ha llevado a muchas féminas a instalarse en esta industria liderada por varones.

Un ejemplo de esto es la a Asociación de Mujeres Constructoras (Asomuc) de La Paz en Bolivia, quienes a pesar de la discriminación que sufren por parte de sus compañeros de trabajo, siguen en la lucha porque se le incluya en este tipo de actividades.

Conformado por 35 afiliadas, todas madres solteras o separadas, en un rango de edad de entre 30 y 60 años, son mujeres que tienen un objetivo en común, el cual es la defensa de la igualdad de oportunidades y salarios equitativos.

En Brasil, también existe una asociación llamada “Arquitetura Na Periferia” el cual trata de un programa en donde pretende dar todo lo necesario para que las mujeres más necesitadas y de bajos recursos puedan construir su propia casa, la iniciativa está encabezada e inspirada en la investigación de maestría de la arquitecta brasileña Carina Guedes, pues se busca el asesoramiento de arquitectos para que estas mujeres, puedan realizar este trabajo.

En México existe la Asociación Vaca, cuya intención es la misma, pues su representante, la arquitecta Sara Martínez Marín tiene el objetivo de realizar construcciones comunitarias sustentables con materia prima para las mujeres más necesitadas en Chiapas, México.

De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) dos de cada cinco mujeres en la industria se desempeñan como obreras, artesanas o ayudantes, mientras que el resto realizan actividades profesionales, son técnicas, trabajadoras del arte, comerciantes u operadoras de transporte. 

Fuente: http://www.revistaconstruye.com.mx

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